MIQUEL BARCELÓ ARTIGUES (Felanitx, Mallorca, 1957). "Le guide du Sahara", 1988. Gouache sobre papel. Obra reproducida en Barceló en Mali (1989) editado por Bischofberger. Con etiquetas en el reverso de la Galería Guillermo de Osma (Madrid). Firmado y fechado en la esquina inferior derecha. Medidas: 50 x 65 cm; 66 x 82 cm (marco). A modo de bodegón, la imagen compuesta por una pincelada diluida y rápida, Barceló nos presenta una guía del Sahara, acompañada de tres pequeñas calaveras. En 1988 Barceló viajó al Sáhara, estableciendo su estudio en Malí. Fue en este momento de su vida cuando completó un proceso de cambio artístico, en el que el artista se alejó de los elementos más figurativos, centrándose en un lenguaje más sintético, abstracto y expresivo. Conocido como el periodo de sus pinturas blancas, esta obra en particular muestra la introducción de esta tonalidad, dominada por la presencia del negro, y la figuración, convirtiéndola en una obra en tránsito, en la que se puede apreciar la evolución estética que el propio artista culminó en el Sahara. La obra se reproduce en el catálogo Barceló en Malí, publicado por Bischofberger, galería con la que Barceló comenzó a trabajar en exclusiva en 1984. Sólo un año después de conocer a Bruno Bischofberger en Nápoles. Pintor y escultor, Barceló comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Palma de Mallorca, donde estudió entre 1972 y 1973. En 1974, con diecisiete años, debutó de forma individual en la Galería Picarol de Mallorca. Ese mismo año se traslada a Barcelona, donde se matricula en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, y realiza su primer viaje a París. En la capital francesa descubre la obra de Paul Klee, Fautrier, Wols y Dubuffet, así como el "art brut", estilo que ejercerá una importante influencia en sus primeras pinturas. Durante estos años lee mucho y se enriquece con obras tan diversas como los escritos de Breton y los surrealistas, el "Manifiesto Blanco" de Lucio Fontana y la "Historia Social de la Literatura y el Arte" de Arnold Hauser. En 1976 celebró su primera exposición individual en un museo: "Cadaverina 15" en el Museo de Mallorca, consistente en un montaje de 225 cajas de madera con tapas de cristal, con materiales orgánicos en descomposición en su interior. Ese mismo año, de vuelta a Mallorca, se une al grupo Taller Lunàtic y participa en sus acciones de protesta social, política y cultural. En 1977 realiza un segundo viaje a París, y también visita Londres y Ámsterdam. Ese mismo año expone por primera vez en Barcelona y conoce a Javier Mariscal, que se convierte en uno de sus mejores amigos en la ciudad. Junto a él y al fotógrafo Antoni Catany, como miembro del grupo "Neón de Suro", participa en exposiciones en Canadá y California, y colabora en la publicación de la revista del mismo nombre. También en 1977 recibe su primer encargo de pintura a gran escala: un mural para el comedor de un hotel en Cala Millor, Mallorca. Al año siguiente, con veintiún años, vendió sus primeras obras a algunos coleccionistas y galerías, y finalmente se trasladó a Barcelona. Su reconocimiento internacional comenzó a principios de los ochenta, dando un impulso definitivo a su carrera con su participación en la Bienal de São Paulo (1981) y en la Documenta de Kassel (1982). En 1986 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas, y desde entonces su obra ha recibido numerosos galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003) y el Premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007). Actualmente, Barceló está representado en los museos de arte más importantes del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Centro Pompidou de París, el Guggenheim de Bilbao, etc.