GIULIO CLOVIO (attr. A)

(Grizane, 1498 - Roma, 1578) Sant'Antonio Abate Miniatura sobre pergamino, 16X13,7 cm No hay datos precisos sobre la formación de Giulio Clovio, las fuentes antiguas dicen que fue alumno de Tiziano, sabemos que en 1516 estaba en Venecia al servicio del cardenal Domenico Grimani y que más tarde se trasladó a Roma donde asistió al taller de Giulio Romano. Hacia 1523 se trasladó a Hungría, a la corte del rey Luis II, y volvió a Roma en 1526, pero tras el saqueo de la ciudad se trasladó a Mantua y se hizo monje benedictino. En 1538 regresó a Roma y en 1540 entró al servicio del cardenal Alessandro Farnese, sobrino del papa Pablo III, para quien iluminó algunos códices. Vivió con el mismo cardenal en Florencia entre 1551 y 1553, ejecutando en pergamino un Crucifijo con María Magdalena y una Piedad para el duque Cosimo de' Medici. Aunque a menudo se inspiró en las obras de Rafael, Miguel Ángel y otros maestros. Las obras de Clovio dan la impresión de haber sido concebidas como cuadros "pequeños" más que como verdaderas miniaturas en el sentido medieval del término, y dan fe de una notable personalidad artística que supo insuflar el último y verdadero aliento de vida a una técnica pictórica que parecía haber agotado sus posibilidades expresivas. Clovio demostró ser un maestro capaz de crear una visión nueva, espiritualizada y refinada dentro del manierismo, logrando un éxito extraordinario. Volviendo al pergamino en cuestión, podemos ver una interesante analogía con las obras de Girolamo Muziano, (Acquafredda, 1528/1532 - Roma, 1592), artista de origen bresciano, pero romano de adopción, que en 1560 se encargó de los grandes patios de pintura del Quirinale, Montegiordano y Villa d'Este en Tivoli por encargo del cardenal Ippolito II d'Este.