Null Escuela rusa, ca. 1900.


"Madre del Dios Tikhvinskaya".


Témpera y pan de…
Descripción

Escuela rusa, ca. 1900. "Madre del Dios Tikhvinskaya". Témpera y pan de oro sobre tabla. Oklad en plata dorada y esmalte cloisonné, con filigrana y cabujones de granates y amatistas, perlas blancas del Volga. Sigue los modelos de Fabergé pero las marcas son apócrifas. Medidas: 22 x 18 cm. Este icono se encuentra en la frontera entre el arte sagrado y las artes decorativas. Esta Madre de Dios de medio cuerpo, con la cabeza ligeramente inclinada, sosteniendo al Niño Jesús en su brazo izquierdo y señalándolo con el derecho, se llama Tikhvinskaya. Es una de las representaciones más comunes de la Madre de Dios y de Jesús en la iconografía ortodoxa. Con este gesto indicativo, la Virgen dice al espectador que la Verdad está detrás del Niño Jesús y de todos los que le seguirán. El interés de este lote reside en gran medida en el oklad, la placa de plata dorada que cubre parte de su superficie. La tradición de decorar los iconos con oklad aparece tras el mandato del Santísimo Sínodo de 1722, cuando se prohibió colgar cruces de metal en los iconos y dejar ofrendas en forma de monedas, ya que esta tradición tenía raíces paganas. Esta decoración aplicada se encuentra en casi todo el mundo, pero está más extendida en Europa Central y Oriental. Y en la tradición ortodoxa, la fabricación de estos objetos se convirtió en un tipo de arte y artesanía independiente: muchos viajeros anotaron con admiración en sus diarios el lujo de los santuarios ucranianos y rusos. El material de los artesanos especializados eran los metales preciosos, el latón, el cobre e incluso el estaño. La base de hierro forjado se completaba con piedras semipreciosas, relieves, grabados, esmaltes, filigranas, vidrieras y esmaltes. El respaldo estaba forrado de suave terciopelo rojo o morado, o cubierto de cera. También había oklads bordados, en los que el robusto tejido se decoraba con perlas y cuentas. Los oklads no sólo tienen una finalidad estética, sino también práctica. Los iconos pintados sobre madera sufren el hollín de las velas, la humedad, las fluctuaciones de temperatura y son tocados constantemente por los feligreses. La pintura también se oscurece, se desvanece, se agrieta, se agrieta y se desprende. El oklad o "rizado", otro término utilizado, protege los iconos de los efectos dañinos, prolongando su vida útil. Al igual que con la pintura de iconos, los materiales utilizados en la elaboración de un oklad decorativo tienen su propio simbolismo particular, que puede decir mucho sobre el icono que se esconde debajo. Por ejemplo, en el caso del icono subastado, el material principal, la plata, simboliza la pureza y la virtud, la liberación de los pecados y la salvación del alma. Las perlas son el atributo de la Virgen María, que simboliza su mansedumbre, pureza y perfección. Por último, el esmalte representa las virtudes cristianas, como la humildad, la bondad y el amor al prójimo.

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Escuela rusa, ca. 1900. "Madre del Dios Tikhvinskaya". Témpera y pan de oro sobre tabla. Oklad en plata dorada y esmalte cloisonné, con filigrana y cabujones de granates y amatistas, perlas blancas del Volga. Sigue los modelos de Fabergé pero las marcas son apócrifas. Medidas: 22 x 18 cm. Este icono se encuentra en la frontera entre el arte sagrado y las artes decorativas. Esta Madre de Dios de medio cuerpo, con la cabeza ligeramente inclinada, sosteniendo al Niño Jesús en su brazo izquierdo y señalándolo con el derecho, se llama Tikhvinskaya. Es una de las representaciones más comunes de la Madre de Dios y de Jesús en la iconografía ortodoxa. Con este gesto indicativo, la Virgen dice al espectador que la Verdad está detrás del Niño Jesús y de todos los que le seguirán. El interés de este lote reside en gran medida en el oklad, la placa de plata dorada que cubre parte de su superficie. La tradición de decorar los iconos con oklad aparece tras el mandato del Santísimo Sínodo de 1722, cuando se prohibió colgar cruces de metal en los iconos y dejar ofrendas en forma de monedas, ya que esta tradición tenía raíces paganas. Esta decoración aplicada se encuentra en casi todo el mundo, pero está más extendida en Europa Central y Oriental. Y en la tradición ortodoxa, la fabricación de estos objetos se convirtió en un tipo de arte y artesanía independiente: muchos viajeros anotaron con admiración en sus diarios el lujo de los santuarios ucranianos y rusos. El material de los artesanos especializados eran los metales preciosos, el latón, el cobre e incluso el estaño. La base de hierro forjado se completaba con piedras semipreciosas, relieves, grabados, esmaltes, filigranas, vidrieras y esmaltes. El respaldo estaba forrado de suave terciopelo rojo o morado, o cubierto de cera. También había oklads bordados, en los que el robusto tejido se decoraba con perlas y cuentas. Los oklads no sólo tienen una finalidad estética, sino también práctica. Los iconos pintados sobre madera sufren el hollín de las velas, la humedad, las fluctuaciones de temperatura y son tocados constantemente por los feligreses. La pintura también se oscurece, se desvanece, se agrieta, se agrieta y se desprende. El oklad o "rizado", otro término utilizado, protege los iconos de los efectos dañinos, prolongando su vida útil. Al igual que con la pintura de iconos, los materiales utilizados en la elaboración de un oklad decorativo tienen su propio simbolismo particular, que puede decir mucho sobre el icono que se esconde debajo. Por ejemplo, en el caso del icono subastado, el material principal, la plata, simboliza la pureza y la virtud, la liberación de los pecados y la salvación del alma. Las perlas son el atributo de la Virgen María, que simboliza su mansedumbre, pureza y perfección. Por último, el esmalte representa las virtudes cristianas, como la humildad, la bondad y el amor al prójimo.

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