Escuela rusa, finales del siglo XIX. San Trifón Mártir. Óleo sobre tabla. Medidas: 13 x 10,5 cm. La vida de San Trifón está recogida en las Actas del Martirio, escritos en latín que se remontan a la primera época cristiana y que fueron revisados y completados en el siglo X por Simeón Metafraste. En la Rusia del siglo XVI, la vida del mártir se complementó con un milagro póstumo que llevó a venerar a San Trifón como patrón de los cazadores. Se cuenta que, durante una cacería, su halcón favorito salió volando. Después de tres días de búsqueda infructuosa del ave, el cetrero Trifón Patrikeev rezó a su santo patrón, el mártir Trifón, y luego se quedó dormido. Un joven montado en un caballo blanco con un halcón real en sus manos se le apareció en sueños y le dijo palabras de consuelo. Por la mañana, el cetrero encontró el pájaro en un árbol cercano, se lo llevó al zar y le habló de la ayuda de San Trifón. En el lugar de la visión del sueño se erigió en Moscú la Iglesia de San Trifón. Las representaciones de San Trifón son muy raras en la iconografía rusa. El mártir suele ser representado con un halcón o a caballo. En este caso, el icono de interés no sigue el canon preestablecido, San Trifón es representado de pie mirando la representación del Dios en la esquina superior izquierda. Sin embargo, a pesar de este detalle, es un ejemplo muy interesante y poco frecuente de iconografía ortodoxa.