Null Escuela rusa, talleres de los Antiguos Creyentes, siglos XVIII-XIX SIGLO XV…
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Escuela rusa, talleres de los Antiguos Creyentes, siglos XVIII-XIX SIGLO XVIII-XIX "San Jorge matando al dragón y doce escenas hagiográficas". Temple, pan de oro sobre tabla. Medidas: 52 x 38,5 cm. La leyenda de San Jorge es uno de los pasajes más recurrentes en la literatura e iconografía cristianas. Las primeras menciones de San Jorge como mártir aparecen ya en el siglo V, y se limitan inicialmente a un territorio concreto: Capadocia (la leyenda dice que fue su lugar de nacimiento), Nicomedia y Diospolis (Lidia). Según las primeras versiones de la hagiografía, Jorge sufrió torturas a manos del rey persa Dadian; esta figura fue sustituida posteriormente por la del emperador Diocleciano. En el periodo posterior a la época iconoclasta, en torno al siglo XI, la historia de las numerosas torturas de Jorge se complementó con un desarrollado ciclo de milagros. Se cree que se creó principalmente en los círculos monásticos orientales. El más popular de los milagros, "El milagro con el dragón", es el que se representa en nuestro icono del cuadro central. Esta leyenda se remonta a la tradición oral del siglo VIII; no se recoge por primera vez en manuscritos hasta el siglo XII. Sin embargo, estas fechas pueden variar en las distintas fuentes históricas. En Rusia, el culto a San Jorge comenzó a ganar popularidad hacia el siglo XI, coincidiendo con el reinado de Yaroslav el Sabio. Tanto en el arte bizantino como en el ortodoxo ruso, las representaciones de San Jorge con escenas hagiográficas son más bien raras y escasas en comparación con otros santos populares. El detalle curioso de este icono es la escena central, que representa a San Jorge a caballo matando al dragón. Sólo en la primitiva tradición moscovita y en la propia tradición bizantina, la escena central representa a San Jorge de pie y de cuerpo entero; en todas las demás interpretaciones de la escena, San Jorge aparece como en el presente icono. El simbolismo de esta particular iconografía se remonta a las primeras creencias cristianas, que constituyen prácticamente la base de todo el cristianismo, de la lucha entre el bien y el mal. Esta es una de las razones por las que el tema de San Jorge es tan recurrente a lo largo de la historia. El tema de las doce escenas hagiográficas de este icono se centra principalmente en la historia de sus torturas y la muerte de San Jorge, sin entrar en el tema de los milagros post mortem. Las escenas hagiográficas deben leerse en un orden concreto, normalmente como un libro de izquierda a derecha. La historia comienza a partir de la eecna de la esquina superior izquierda, que muestra a San Jorge hablando con los podres. La segunda escena está justo debajo, y muestra a San Jorge enfrentándose al rey, que más tarde le torturará. La siguiente escena se encuentra en la esquina superior derecha, y muestra a San Jorge en la cárcel. Debajo se encuentra la escena de la primera tortura. A partir de esta imagen, las escenas continúan como si fueran frases de un libro, y se leen de izquierda a derecha, culminando en la esquina inferior derecha con la muerte del santo. Todas las escenas laterales van acompañadas de inscripciones explicativas en el borde exterior. Se trata de un rasgo típico de los antiguos maestros creyentes, que consideraban que la forma más intelectual de transmitir el mensaje cristiano es mediante una descripción detallada.

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Escuela rusa, talleres de los Antiguos Creyentes, siglos XVIII-XIX SIGLO XVIII-XIX "San Jorge matando al dragón y doce escenas hagiográficas". Temple, pan de oro sobre tabla. Medidas: 52 x 38,5 cm. La leyenda de San Jorge es uno de los pasajes más recurrentes en la literatura e iconografía cristianas. Las primeras menciones de San Jorge como mártir aparecen ya en el siglo V, y se limitan inicialmente a un territorio concreto: Capadocia (la leyenda dice que fue su lugar de nacimiento), Nicomedia y Diospolis (Lidia). Según las primeras versiones de la hagiografía, Jorge sufrió torturas a manos del rey persa Dadian; esta figura fue sustituida posteriormente por la del emperador Diocleciano. En el periodo posterior a la época iconoclasta, en torno al siglo XI, la historia de las numerosas torturas de Jorge se complementó con un desarrollado ciclo de milagros. Se cree que se creó principalmente en los círculos monásticos orientales. El más popular de los milagros, "El milagro con el dragón", es el que se representa en nuestro icono del cuadro central. Esta leyenda se remonta a la tradición oral del siglo VIII; no se recoge por primera vez en manuscritos hasta el siglo XII. Sin embargo, estas fechas pueden variar en las distintas fuentes históricas. En Rusia, el culto a San Jorge comenzó a ganar popularidad hacia el siglo XI, coincidiendo con el reinado de Yaroslav el Sabio. Tanto en el arte bizantino como en el ortodoxo ruso, las representaciones de San Jorge con escenas hagiográficas son más bien raras y escasas en comparación con otros santos populares. El detalle curioso de este icono es la escena central, que representa a San Jorge a caballo matando al dragón. Sólo en la primitiva tradición moscovita y en la propia tradición bizantina, la escena central representa a San Jorge de pie y de cuerpo entero; en todas las demás interpretaciones de la escena, San Jorge aparece como en el presente icono. El simbolismo de esta particular iconografía se remonta a las primeras creencias cristianas, que constituyen prácticamente la base de todo el cristianismo, de la lucha entre el bien y el mal. Esta es una de las razones por las que el tema de San Jorge es tan recurrente a lo largo de la historia. El tema de las doce escenas hagiográficas de este icono se centra principalmente en la historia de sus torturas y la muerte de San Jorge, sin entrar en el tema de los milagros post mortem. Las escenas hagiográficas deben leerse en un orden concreto, normalmente como un libro de izquierda a derecha. La historia comienza a partir de la eecna de la esquina superior izquierda, que muestra a San Jorge hablando con los podres. La segunda escena está justo debajo, y muestra a San Jorge enfrentándose al rey, que más tarde le torturará. La siguiente escena se encuentra en la esquina superior derecha, y muestra a San Jorge en la cárcel. Debajo se encuentra la escena de la primera tortura. A partir de esta imagen, las escenas continúan como si fueran frases de un libro, y se leen de izquierda a derecha, culminando en la esquina inferior derecha con la muerte del santo. Todas las escenas laterales van acompañadas de inscripciones explicativas en el borde exterior. Se trata de un rasgo típico de los antiguos maestros creyentes, que consideraban que la forma más intelectual de transmitir el mensaje cristiano es mediante una descripción detallada.

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