Null Escuela rusa, siglo XV-XVI.


"Ascensión de Elías".


Témpera sobre tabla.
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Descripción

Escuela rusa, siglo XV-XVI. "Ascensión de Elías". Témpera sobre tabla. Medidas: 115 x 85 cm. Elías era uno de los santos del Antiguo Testamento más venerados en la antigua Rus, incluso antes de la cristianización de la Rus en 988. Hoy se le considera el protector de las fuerzas aéreas. Es uno de los pocos profetas igualmente estimados en el Islam, el judaísmo y el cristianismo. Hay muy poca información sobre su origen y no se conoce con exactitud su nombre, que probablemente procede del hebreo y significa "mi Dios es Yahvé (el único Dios)". Durante su vida, Elías criticó abiertamente al rey pagano de Israel, Ajab, y a su esposa Jezabel. Debido a su falta de fe en el cristianismo, Dios castigó a Israel con una sequía que duró tres años. Durante este período, Elías vivió en el desierto junto a un pequeño río, o una fuente de agua natural, y se alimentó con la ayuda de los cuervos que le traían comida. Cuando el pueblo de Israel finalmente se hartó, Elías le ofreció una prueba construyendo dos altares, uno pagano y otro cristiano. Aquel sobre el que cayera el fuego esa noche sería la religión que seguiría. Dios encendió el altar cristiano, poniendo fin al paganismo en Israel. Como regalo por esta rigurosa fe y virtud, Elías fue ascendido al cielo. Es precisamente este episodio el que se representa en la escena central de nuestro icono. Este icono es un claro ejemplo de ese excepcional periodo de pleno desarrollo de la identidad pictórica rusa comprendido entre el siglo XV y principios del XVII. En el siglo XV, debido a la caída del Imperio bizantino, los pintores de iconos rusos, a priori seguidores de las tradiciones bizantinas, comenzaron a trazar su propio camino artístico independiente, reflejado tanto en el estilo como en el uso de los materiales. Este periodo de efervescencia se vio impulsado por la presencia en el territorio de la antigua Rus de pintores virtuosos como Feofan el Griego y su discípulo Andrey Rubliov, que trabajaron principalmente en Moscú. Este lote, dedicado a la Ascensión de Elías al Cielo, y realizado probablemente en el norte de Rusia hacia el siglo XVI, es un claro ejemplo de esta búsqueda de un nuevo lenguaje. Lo primero que indica esto son sus cualidades físicas, como su importante tamaño. En la Rusia medieval, llena de bosques, era muy común pintar iconos de gran tamaño, de hasta tres metros de altura, para decorar las iglesias. En segundo lugar, el estilo pictórico del icono habla por sí mismo. La imagen está dividida en dos registros. Cuenta la vida del profeta Elías en forma de escenas simultáneas, en lugar de las células hagiográficas típicas de los iconos rusos. La composición debe contemplarse desde la escena del centro izquierda, donde vemos al profeta recibiendo un pan del pico del cuervo. A continuación aparece la escena del ángel, que desciende del cielo para entregar el mensaje a Elías mientras duerme. En la tercera miniatura vemos el pasaje milagroso, cuando Elías partió el río Jordán, tocando su superficie con sus ropas. Finalmente, el relato culmina con la ascensión de Elías, aún mortal, en el carro con caballos, como regalo por su rigurosa fe y virtud. Este icono sorprende por su dinamismo, ya que los dos registros horizontales están unidos en el extremo derecho por los brazos de Elías, creando una composición verdaderamente circular que no deja escapar la mirada del espectador. A su vez, el registro superior, en el que encontramos la mano de Dios, y la nube milagrosa de Elías, cuya forma irregular atraviesa el marco del icono, añaden un especial dinamismo compositivo. Todas estas características indican que se trata de una verdadera obra maestra.

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Escuela rusa, siglo XV-XVI. "Ascensión de Elías". Témpera sobre tabla. Medidas: 115 x 85 cm. Elías era uno de los santos del Antiguo Testamento más venerados en la antigua Rus, incluso antes de la cristianización de la Rus en 988. Hoy se le considera el protector de las fuerzas aéreas. Es uno de los pocos profetas igualmente estimados en el Islam, el judaísmo y el cristianismo. Hay muy poca información sobre su origen y no se conoce con exactitud su nombre, que probablemente procede del hebreo y significa "mi Dios es Yahvé (el único Dios)". Durante su vida, Elías criticó abiertamente al rey pagano de Israel, Ajab, y a su esposa Jezabel. Debido a su falta de fe en el cristianismo, Dios castigó a Israel con una sequía que duró tres años. Durante este período, Elías vivió en el desierto junto a un pequeño río, o una fuente de agua natural, y se alimentó con la ayuda de los cuervos que le traían comida. Cuando el pueblo de Israel finalmente se hartó, Elías le ofreció una prueba construyendo dos altares, uno pagano y otro cristiano. Aquel sobre el que cayera el fuego esa noche sería la religión que seguiría. Dios encendió el altar cristiano, poniendo fin al paganismo en Israel. Como regalo por esta rigurosa fe y virtud, Elías fue ascendido al cielo. Es precisamente este episodio el que se representa en la escena central de nuestro icono. Este icono es un claro ejemplo de ese excepcional periodo de pleno desarrollo de la identidad pictórica rusa comprendido entre el siglo XV y principios del XVII. En el siglo XV, debido a la caída del Imperio bizantino, los pintores de iconos rusos, a priori seguidores de las tradiciones bizantinas, comenzaron a trazar su propio camino artístico independiente, reflejado tanto en el estilo como en el uso de los materiales. Este periodo de efervescencia se vio impulsado por la presencia en el territorio de la antigua Rus de pintores virtuosos como Feofan el Griego y su discípulo Andrey Rubliov, que trabajaron principalmente en Moscú. Este lote, dedicado a la Ascensión de Elías al Cielo, y realizado probablemente en el norte de Rusia hacia el siglo XVI, es un claro ejemplo de esta búsqueda de un nuevo lenguaje. Lo primero que indica esto son sus cualidades físicas, como su importante tamaño. En la Rusia medieval, llena de bosques, era muy común pintar iconos de gran tamaño, de hasta tres metros de altura, para decorar las iglesias. En segundo lugar, el estilo pictórico del icono habla por sí mismo. La imagen está dividida en dos registros. Cuenta la vida del profeta Elías en forma de escenas simultáneas, en lugar de las células hagiográficas típicas de los iconos rusos. La composición debe contemplarse desde la escena del centro izquierda, donde vemos al profeta recibiendo un pan del pico del cuervo. A continuación aparece la escena del ángel, que desciende del cielo para entregar el mensaje a Elías mientras duerme. En la tercera miniatura vemos el pasaje milagroso, cuando Elías partió el río Jordán, tocando su superficie con sus ropas. Finalmente, el relato culmina con la ascensión de Elías, aún mortal, en el carro con caballos, como regalo por su rigurosa fe y virtud. Este icono sorprende por su dinamismo, ya que los dos registros horizontales están unidos en el extremo derecho por los brazos de Elías, creando una composición verdaderamente circular que no deja escapar la mirada del espectador. A su vez, el registro superior, en el que encontramos la mano de Dios, y la nube milagrosa de Elías, cuya forma irregular atraviesa el marco del icono, añaden un especial dinamismo compositivo. Todas estas características indican que se trata de una verdadera obra maestra.

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