Escuela rusa, ca.1600. "Sant Mateo y San Lucas". Témpera sobre tabla. Medidas: 56,5 x 35 cm y 55,5 x 35 cm. La pareja de iconos subastada muestra a San Mateo y San Lucas, dos de los Cuatro Evangelistas junto a San Mateo y San Juan Apóstol. Ambos paneles, cuya morfología similar indica que fueron ejecutados por el mismo artista anónimo, siguen la disposición habitual establecida para la representación de los evangelistas en la iconografía rusa. Así, ambas figuras se presentan sentadas en primer plano sobre un banco de piedra perfectamente delineado. Mientras San Lucas escribe su Evangelio, San Mateo lee sus Escrituras. En las espaldas de ambos hay figuras de ángeles alados, en el caso de Lucas simbolizando el tetramorfo del profeta Ezequiel y en el caso de Marcos, el ángel que le guía; en el fondo hay dos estructuras arquitectónicas que enmarcan las figuras de los evangelistas. Desde el punto de vista de la factura y la estética, esta pareja de paneles puede fecharse en torno al año 1600, periodo en el que floreció el arte de los iconos en Rusia, cuando los pintores más famosos de la antigua Rusia, Teófanes el Griego, Andrei Rubliov y Dionisio, crearon sus obras maestras. El presente lote se inscribe, pues, en la tradición ortodoxa. En ellos predomina el uso del rojo (que simboliza el amor, pero también la sangre y el sufrimiento de Cristo) o el oro (el color de Dios y su luz). San Mateo Evangelista fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús y el autor, según la tradición cristiana, del Evangelio que lleva su nombre. Se le menciona en los Hechos de los Apóstoles, y también en el Evangelio de Lucas, con el nombre de Leví. Mateo se identifica con un hombre o ángel alado, símbolo del tetramorfo del profeta Ezequiel. Esta asociación se debe al hecho de que su Evangelio comienza con una revisión de la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre y también el Hijo de Dios. San Lucas Evangelista es considerado por la tradición cristiana como el autor del Evangelio que lleva su nombre, y también de los Hechos de los Apóstoles. Fue el médico predilecto de Pablo, aunque no fue apóstol de Jesús, de probable origen sirio, posiblemente convertido a la fe cristiana cuando los seguidores de Jesús, perseguidos en Jerusalén y Cesarea, buscaron refugio fuera de Palestina, llevando consigo el mensaje de Cristo. También se le atribuye el primer retrato de la Virgen y se le considera el patrón de los pintores.