Escuela española; segunda mitad del siglo XVII. "La última cena". Óleo sobre tabla. Presenta daños y restos de xilófagos. Medidas: 83 x 69 cm. El autor ha elegido representar aquí, como lo hicieron Castagno, Leonardo y Jacopo Bassano, el momento más dramático de la Última Cena, cuando Jesús anuncia que uno de sus discípulos lo traicionará (Juan 13:21). Esta afirmación causa consternación entre los doce seguidores de Jesús, y es el momento que el autor representa, tratando de reflejar los sentimientos de cada uno, individualizando a los personajes; unos se asombran, otros se asustan, otros comentan entre ellos la noticia, y finalmente Judas se sorprende al sentirse aludido, mostrando claramente al espectador la bolsa de monedas con la que han pagado su traición, que sostiene a su espalda, ocultándola a sus compañeros. Como es tradicional en el arte religioso de la época alta, Judas es representado con el pelo rojo, entonces asociado al mal en la creencia popular. Aparte de él, otros dos discípulos llaman la atención. En primer lugar, Juan el Evangelista, "el discípulo amado", se muestra profundamente consternado, recostado abatido sobre la mesa, inclinando la cabeza en señal de dolor. También destaca la figura de San Pedro, situado a la derecha de Cristo como futuro pilar de su Iglesia, que se lleva la mano al pecho. La composición clásica para este tema en el siglo XVI representaba a Judas delante de la mesa y a los otros once apóstoles frente a él, con Jesucristo en el centro como uno de ellos. Sin embargo, siguiendo un modelo iconográfico más avanzado, el autor incluye a Judas en el grupo, aunque está claramente destacado en el lado derecho. Además, como es típico de la escuela, la escena está pintada con gran atención al detalle, habiendo tratado el pintor con precisión y minuciosidad los elementos anecdóticos que añaden narración a la escena, como la jofaina del primer plano y los alimentos de la mesa. Cabe destacar que la obra no sólo representa el momento de la Última Cena, sino que en el fondo, detrás de las columnas salomónicas, se puede ver otro espacio donde están reunidos todos los apóstoles con la figura de Jesús. Jesús está arrodillado, lavando los pies a uno de sus discípulos, un acto que tuvo lugar antes de la cena (Juan 13:20). Este gesto demuestra tanto la hospitalidad como la humildad de Cristo hacia sus apóstoles. La imagen de esta Última Cena en el primer plano de la composición se inspira en la escena pintada por Giorgio Vasari, que se encuentra en la colección del Museo di Santa Croce de Florencia. A pesar de las evidentes diferencias entre las dos obras, hay que señalar que la disposición de Jesús, con la mano levantada, y de San Juan, que está recostado sobre la mesa, es común a ambas obras. El resto de la mesa, sin embargo, difiere, siendo en este caso una composición más centrípeta, o quizás menos racionalizada. Además, el interior en el que se desarrolla la escena de Vasari es completamente austero, mientras que aquí destaca por su profusión de detalles, como ya se ha mencionado.