Spanish school; 1820-1830.

Escuela española; 1820-1830. "Taberna". Óleo sobre lienzo. Se conserva el lienzo original. Medidas: 24,5 x 30 cm. En un interior y alrededor de una mesa rectangular se han dispuesto los protagonistas de la composición: dos hombres y dos mujeres. Ellos están a la derecha y ellas al otro lado, uno de ellos de espaldas al espectador. A la derecha hay una abertura en la que se difuminan las sombras de lo que parece ser una pareja. Llama la atención la gran variedad de poses y expresiones en todos ellos, hecho que demuestra la calidad técnica del pintor. Sin embargo, el principal protagonista de la escena es la propia taberna, en la que nos situamos como espectadores. La taberna es de clase humilde, a juzgar por el mobiliario y la sobriedad de la decoración. Sin embargo, destaca la monumentalidad de las formas, que se refleja en las grandes columnas rematadas con órdenes clásicas. Predominan los tonos oscuros, característica que da a la imagen un aspecto sombrío, tratado con una técnica pastosa. Los únicos toques de color proceden de las ropas de las mujeres, que reflejan el único punto de luz procedente de la ventana de la derecha. Estas características pictóricas, junto con el tema, fueron elementos fundamentales en la antigua atribución de esta obra, que vinculaba la imagen al pintor Eugenio Lucas Velázquez. Lucas Velázquez es, sin duda, el artista romántico español que mejor entendió el arte de Goya, convirtiéndose en el más importante y apasionado seguidor del universo goyesco tras la muerte del genio aragonés, cuya esencia supo asimilar hasta el punto de dificultar, en ocasiones, la correcta atribución de ciertas obras poco estudiadas. Mencionado desde el siglo XIX como Eugenio Lucas Padilla o Eugenio Lucas el Viejo y como natural de Alcalá de Henares, nació en realidad en Madrid el 9 de febrero de 1817. Comenzó su formación artística como alumno de la Academia de San Fernando, aunque, descontento con el frío clasicismo de la enseñanza académica, prefirió estudiar directamente a los grandes genios de la pintura española y en el Museo del Prado copió a Velázquez y, sobre todo, a Goya, cuya obra marcaría definitivamente el estilo y la personalidad creativa de este artista. Lucas encontró en las composiciones de Goya un extraordinario filón en el que desarrollar una pintura imaginativa de pasiones desatadas, visiones fantásticas y escenas de intenso dramatismo en el más genuino espíritu romántico, principalmente escenas de la Inquisición, brujería, hechicería, romerías, manolas y toros, temas todos ellos que había aprendido de Goya y que constituyen el núcleo más interesante de su prolífica carrera artística. En 1850 pintó también el techo del Teatro Real de Madrid, hoy desaparecido, y posteriormente la reina Isabel II le nombró pintor de cámara honorario y caballero de la orden de Carlos III.