Italian school; second half of the 18th century.

Escuela italiana; segunda mitad del siglo XVIII. "Descendimiento de la Cruz". Óleo sobre lienzo. Se conserva el lienzo original. Tiene un marco de época de madera tallada y dorada. Además de inscripciones parcialmente ilegibles en el reverso. Tiene repintes, restos sagrados de xilófagos en la madera y refuerzo posterior en el marco. Medidas: 102 x 60 cm; 111,5 x 69,5 cm (marco). En esta obra monumental de formato mixtilíneo encontramos una escena de carácter devocional, que destaca por su gran expresividad estética y temática. Nos encontramos ante un Descendimiento de la Cruz, que se compone de varios personajes, que expresan un cierto grado de contención emocional expresiva. La composición es dinámica, distribuyendo los personajes en dos grupos distintos. La obra se divide en dos espacios, el superior y el inferior, que representarían un espacio divino y otro terrenal. Sin embargo, ambos espacios se unen en un movimiento helicoidal rebosante de narración, con la presencia del cuerpo de Cristo como principal protagonista. Junto al cuerpo yacente de Jesús se disponen varias figuras que asisten al descenso de Cristo, dos de las cuales se sitúan en la parte superior de la cruz, mientras que una de ellas se encuentra en el lado derecho, portando el cuerpo yacente sobre sus brazos. Dichas figuras destacan por su musculatura, que sugiere el esfuerzo que supone esta tarea. En la parte inferior, una cuarta figura participa en este descenso, sujetando uno de los pies de Jesús, probablemente Nicodemo, lo que se deduce por su avanzada edad y su barba, aunque no lleva el característico turbante. Su presencia predominante en la composición se debe a que, según el Evangelio de Marcos, fue el único que se atrevió a ir a Pilato a pedirle el cuerpo de Cristo. Otra figura destacada en la parte inferior de la escena se sitúa a la derecha, de pie, con túnica verde y manto rojo, mirando hacia el cuerpo de Cristo y colocando las manos sobre el pecho en actitud de piedad. El color de su vestimenta sugiere que se trata de la figura de San Juan Evangelista, figura clave en la Deesis bizantina, en la que se representa el cuerpo de Cristo en la cruz. Volviendo al grupo central, éste presenta la figura de la Virgen María y de María Magdalena, ambas dispuestas en oposición, creando así una tensión recíproca que define el dramatismo de la escena. La Virgen mira hacia el espectador, y María le da la espalda, ambas con un gesto de profundo dolor, elevando su mirada hacia el difunto. Los tonos cálidos y suaves de las túnicas rojas y esmeraldas modelan las anatomías, caracterizadas por su porte monumental, al igual que esculturales son las figuras que componen el resto de la escena, cuya presencia desordenada aporta un gran dinamismo en armonía con el tema de la escena. También hay que destacar la iluminación, muy estudiada y también típica de esta escuela. Se trata de una luz contrastada y dramática que modela los rostros y la anatomía de Cristo en un intento de conseguir una apariencia realista, casi ilusionista. Esta iluminación se acerca a la escuela italiana más natural, que busca contrastes excesivos. Por otro lado, hay que señalar que estos mismos contrastes se aprecian en los pliegues más duros y geométricos.