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Pareja de girándulas, dos llamas Francia (París), s. XVIII Bronce, dorado. Fuste en espiral sobre un pie curvo con zarcillo floral. Brazos de zarcillos curvados alrededor del eje central de la hoja. Descanso, presa mínima. Agujeros para la electrificación. Los brazos de los zarcillos son desmontables. H. 44 cm. Imaginativo, lúdico, espontáneo, casi salvaje: estos adjetivos podrían utilizarse para describir el diseño de este par de candelabros, que también pueden utilizarse como girándulas de dos llamas mediante un accesorio. La división convencional del candelabro en base, fuste vertical y cuenco del alero se funde aquí en una unidad orgánica de hojas de palmera en curvas en S. Partiendo de una base asimétrica, suben en espiral hasta el caño de forma irregular. El contraste entre las superficies pulidas y mates de los bronces dorados aumenta la impresión de dinamismo y vivacidad. Su virtuoso lenguaje formal deriva del llamado "Estilo Rocaille", fundado por el orfebre y grabador de ornamentos francés Juste Aurèle Meissonnier (1695-1750). En 1734 apareció su "Livres d'ornements en trente pièces", en el que presentaba patrones para artesanos en un estilo completamente nuevo inspirado en las formas naturales. Las características son la asimetría, el contorno irregular, el movimiento, incluso el desprendimiento del objeto. Los críticos contemporáneos consideraron que este "Style Rocaille" era arbitrario y no seguía ningún orden. Así, en 1754, el dibujante Nicolas Cochin se mofaba en el "Mercure de France" en una "petición a los orfebres, cazadores y escultores de madera": "Le estaríamos infinitamente agradecidos si tuviera la amabilidad de no cambiar el sentido y el propósito de las cosas, y de recordar, por ejemplo, que un candelabro debe ser recto y de forma vertical para soportar una vela, y no sinuoso, como si alguien lo hubiera doblado, que una bandeja de goteo en el candelabro debe ser cóncava para recoger la cera que corre hacia abajo, y no convexa para dejarla gotear sobre el mantel debajo del candelabro." (Citado en Ottomeyer, Hans / Pröschel, Peter: Bronces dorados. Las obras de bronce del Barroco tardío y el Clasicismo. Vol. 1. Múnich 1986, p. 99). En consecuencia, a mediados de siglo, París retomó pronto el lenguaje formal clásico orientado a la antigüedad, por lo que el "estilo rocaille" siguió existiendo durante un tiempo junto al primer clasicismo. En cambio, fue recibida con entusiasmo en Alemania, y aquí especialmente en el sur: esto se debió principalmente a François Cuvilliés, que había conocido la rocaille como forma ornamental en París en 1720/25 y poco después la introdujo en la corte del elector bávaro Max Emanuel. Sus "Salones ricos" de la Residencia de Múnich o, por ejemplo, el Amalienburg en los jardines del palacio de Nymphenburg son obras emblemáticas del rococó alemán y hasta hoy testimonios abrumadores de este entusiasmo por la rocaille. Procedencia: subasta de Christie's Londres The European Conoisseur. 500 Years Decorative Arts Europe, 06.07.1992, lote 37 (con atribución a Caffieri) - Colección privada del norte de Alemania.

munich, Alemania