Tondo Madre con niño ca. 1440 En el estilo de Luca di Simone di Marco della Robbia Florencia 1399 - 1482 Florencia Fundición de alabastro en relieve Superficie original monocromática DM 65 cm Tondo museal realizado en fundición de alabastro con el considerable diámetro de 65 cm. Esta representación en relieve de la Virgen fue creada en el periodo de transición entre la Baja Edad Media y el Renacimiento en la Italia del siglo XV. María con el niño se muestra aquí como una imagen de cuerpo entero. El niño Jesús desnudo se mantiene en equilibrio sobre sus rodillas dobladas, que ella sostiene con su mano izquierda a su espalda. Los dedos manieristas y alargados de la mano derecha abrazan el pie del niño. El diálogo de madre e hijo se expresa no sólo en el contacto visual de íntimo afecto, sino también con el gesto de la mano izquierda, con el que el niño Jesús alcanza el velo del pecho de la madre, volviéndose así con más fuerza hacia ella. El carácter lúdico de la ejecución escultórica se refleja no sólo en la composición del grupo de figuras, sino también en el drapeado y en la protuberancia del campo central del tondo hacia el marco. Este último es un truco de expansión que permite que María y el Niño emerjan con más fuerza del plano del cuadro. Toda la forma de la postura sentada y el pie sobresaliente de María remiten todavía al difuminado periodo gótico tardío, mientras que la rotación dinámica de las figuras entre sí encarna ya el Renacimiento. Este tipo de relieve de la Virgen se presentaba normalmente en un entorno arquitectónico y estaba destinado a la devoción privada, colocado en nichos en las estancias menos públicas de la residencia, como el dormitorio. Por lo tanto, esta obra fue probablemente creada para un mecenas noble. La Virgen es un motivo popular que se encuentra con frecuencia en los relieves italianos del siglo XV. Esto era especialmente cierto en la ciudad de Florencia y sus alrededores. En este caso, la Virgen se presentaba gustosamente en un papel cuidadoso como madre ideal. Los gestos populares de las figuras crean una atmósfera íntima y una gran proximidad física: María alcanza el pie derecho descalzo del niño con sus dedos manierísticamente alargados; al hacerlo, se enfatiza la humanidad de Cristo, así como el amor maternal. El aspecto táctil de tocar la planta del pie con la mano subraya además estos valores y puede equipararse también a que el creyente toque la imagen de un santo. La imagen devocional tridimensional demuestra a los espectadores la adoración de Cristo a través de la interacción física. Esto ilustra no sólo el sentido de la vista con la apreciación estética de la obra de arte, sino también el sentido del tacto y la consiguiente experiencia religiosa del creyente. Este valor experimental adicional ilustra la importante característica visual de las pinturas devocionales del Renacimiento. Dada la especial popularidad de este tipo de representaciones de la Virgen, se puede captar geográficamente un origen compositivo; estilísticamente, no se puede asignar con claridad debido a las complejas relaciones de los maestros escultores y sus talleres. Este tipo de representaciones de la Virgen de cuerpo entero fueron realizadas por primera vez por Filippo Brunelleschi (1377-1446) y Lorenzo Ghiberti (1378-1455). Sin embargo, en las investigaciones se menciona también a Jacopo della Quercia (1374-1438) como creador de estas imágenes. Sin embargo, se dice que Ghiberti es el primer maestro florentino que perfeccionó el uso de materiales como el alabastro, el estuco o la arcilla para estas imágenes devocionales. Michelozzo di Bartolommeo (1396-1472) creó relieves de la Virgen con diálogos lúdicos entre la madre y el niño. Donatello (1386-1466) también creó tondi como la Madonna del Perdono y la Madonna Piot con una representación de busto de María y el niño en brazos. También hay que mencionar a Andrea del Verrocchio (1435-1488), que creó expresivas representaciones de media figura con drapeados muy animados. Especialmente conocidos por los tondi son los talleres de Lucca della Robbia (c. 1400-1481) y Andrea della Robbia (1435-1525), que trabajaron en Florencia. Forzaron con la producción de vaciados (las formas de cola de hueso utilizadas podían ser utilizadas dos o tres veces), la producción de tondi, lunetos o retablos, para el uso privado de dichas obras de arte. Estilísticamente comparable es la Madonna del Roseto o Madonna col Bambino tra due Angeli de Luca della Robbia, fechada hacia 1450/60, que aprendió su oficio entre otros en el taller de Donatello. El voluminoso drapeado, así como la postura dinámica de las figuras de la obra aquí descrita, son claras características de la producción de la fase de transición entre el gótico internacional y el Renacimiento, que tuvo lugar en Italia en una fase muy temprana del siglo XV. Así, este tondo puede situarse claramente en la época en torno a 1440/50. El método de ejecución y el uso de una mezcla de alabastro y arena, que se moldeó en un modelo de cola de hueso, confirma claramente la fecha cronológica