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[Tratado de los Pirineos]. "No hay más Pirineos". Fiesta ofrecida en ayuda de la Cruz Roja francesa y española para los heridos en Marruecos. París, Calcografía del Louvre, 1925. Folio, hojas, cartón editorial color ciruela, medallón de metal dorado en el centro de la cubierta superior que representa el escudo real. Álbum de 8 láminas reproducidas a partir de grabados originales del siglo XVII de Perelle, Cochin, Le Brun, etc.. Ilustran el matrimonio de Luis XIV y el Tratado de Paz de los Pirineos. Edición de 299 ejemplares en papel Van Gelder. Buen estado.

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[Tratado de los Pirineos]. "No hay más Pirineos". Fiesta ofrecida en ayuda de la Cruz Roja francesa y española para los heridos en Marruecos. París, Calcografía del Louvre, 1925. Folio, hojas, cartón editorial color ciruela, medallón de metal dorado en el centro de la cubierta superior que representa el escudo real. Álbum de 8 láminas reproducidas a partir de grabados originales del siglo XVII de Perelle, Cochin, Le Brun, etc.. Ilustran el matrimonio de Luis XIV y el Tratado de Paz de los Pirineos. Edición de 299 ejemplares en papel Van Gelder. Buen estado.

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拍卖: miércoles 21 ago : 11:00 (CEST) , 重启拍卖时间 14:00
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JOSÉ MANUEL BROTO GIMENO (Zaragoza, 1949). "Hierros", 2000. Acrílico sobre lienzo y madera. Firmado, fechado y titulado al dorso. Tamaño: 100 x 100 cm. Pintor aragonés enmarcado dentro de la nueva abstracción de los años setenta, siendo considerado como una de las figuras más significativas de la pintura española contemporánea, José Manuel Broto articula su lenguaje plástico utilizando el color, modulándolo en sutiles variaciones tonales que evocan sinfonías musicales. Las influencias artísticas recibidas a lo largo de su carrera le condujeron hacia una abstracción próxima a artistas como Mark Rothko, Barnett Newman, Clyfford Still, Robert Motherwell o Sam Francis, basada en el lirismo y, en algunos casos, en lo sublime. Para él fue fundamental el camino abierto por Antoni Tàpies, que rehuyó lo conceptual para practicar un arte material basado en la esencialidad de la pintura. Así, en esta obra, Broto utiliza un lenguaje abstracto, basado en una geometría irregular, libre tanto en su trazado como en sus texturas y colores. Las formas pictóricas son fruto de la dualidad, ya que se resuelven mediante una composición meditada y también mediante la experimentación. El resultado es una imagen que trasciende, indicando al espectador que estamos ante formas, ideas o sugerencias que traspasan los límites de lo puramente pictórico. José Manuel Broto estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza, y expuso por primera vez en 1968 (galería Galdeano), mostrando un estilo en línea con el constructivismo. En 1972 se traslada a Barcelona, donde funda el grupo Trama junto con Javier Rubio, Xavier Grau y Gonzalo Tena. Con este grupo presentó su obra en 1976 en la galería Maeght de Barcelona, con el apoyo de Antonio Tàpies. Trama también publicó una revista de arte del mismo nombre, de la que, sin embargo, sólo aparecieron dos números (1976-1977). Sin embargo, tras la disolución del grupo, Broto se orientó hacia un lenguaje próximo al expresionismo abstracto, que incorporaba a su obra un paisaje natural primitivo. Mostró estas nuevas obras en su primera exposición individual en París, celebrada en 1984 en la galería Adrien Maeght. Al año siguiente abandonó Barcelona y se instaló en la capital francesa, donde pasó diez años y coincidió con otros artistas españoles como Barceló, Campano y Sicilia. Durante su etapa parisina, Broto sustituyó los temas románticos por formas más austeras y abstractas, y su obra se llenó de formas orgánicas relacionadas con la tradición ascética y mística. A mediados de los ochenta regresa a España, esta vez instalándose en Mallorca. Ya un artista maduro, practica una neoabstracción directamente vinculada a la escuela catalana de los años setenta, influida en sus orígenes por los principios estéticos y plásticos del grupo francés Soporte/Superficie, que en 1966 reclamaba una vuelta a la pintura tras el desorden producido por los movimientos conceptuales. A partir de 1998, su abanico temático se amplía a figuras espaciales, transparencias, formas atmosféricas, etc., combinadas con un tratamiento colorista y una estructura rigurosa. A lo largo de su carrera, Broto ha realizado numerosas exposiciones, y ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas (1995), el Premio ARCO de la Asociación de Críticos (1997) y el Premio Aragón Goya de Grabado (2003). En 1995 el Museo Reina Sofía de Madrid le dedicó una exposición retrospectiva. Actualmente está representado en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, el FRAC (Midi-Pyrénées, Francia), la Chase Manhattan Bank Collection de Nueva York, la Fundación Juan March, el Reina Sofía, el Metropolitan Museum de Nueva York, el Fond National d'Art Contemporain de París, la Colección Kampo de Tokio, la Fundación Tàpies de Barcelona, la Colección DOVE de Zúrich, el Ateneum de Helsinki, la Fundación Peter Stuyvesant de Ámsterdam, la Maeght de Francia, la Colección La Caixa de Barcelona, la Preussag de Hannover y el IVAM de Valencia.