1 / 4

描述

AUBUSSON Tapisserie représentant un paysage laissant apparaître un château XVIIIème siècle 227 x 187 cm (accidents)

407 
在线Online
进行中
前往拍品
<
>

AUBUSSON Tapisserie représentant un paysage laissant apparaître un château XVIIIème siècle 227 x 187 cm (accidents)

距拍卖结束剩余时间
估价 300 - 400 EUR
当前拍价 220 EUR

* 不计佣金。
请参考拍卖条款计算佣金。

拍卖费用: 26 %
竞拍

拍卖截止于
lunes 22 jul - 14:00 (CEST)
fontainebleau, 法国
Osenat
+33164222762
浏览图录 拍卖条款 拍卖信息

配送至
更改地址
下面的运送方案非强制性选择。
您可自行联系货运公司负责拍品运送。
运送估算文件中标明的价格不包括拍品的价格和拍卖行的费用。

您可能同样喜欢

Tapiz francés de Aubusson, siglo XIX. "Paisaje con castillo". Lana anudada a mano. Medidas: 215 x 296 cm. El refinamiento de este tapiz tejido a mano da fe de la gran calidad de los tapices de Aubusson. Un exuberante jardín se abre ante nosotros mostrando un pequeño lago con puentes en sus orillas y un castillo al fondo. Cerezos en flor y rosales bordean el estanque. El paisaje ha sido resuelto con soltura y precisión descriptiva, en tonos ricamente contrastados con predominio de verdes, azules y terrosos, con detalles rosados. El tema responde al gusto aristocrático del siglo XIX. La ciudad de Aubusson aglutinaba numerosos talleres de tapicería, creados por tejedores flamencos que se instalaron en la zona a finales del siglo XVI. Su funcionamiento era rudimentario, en comparación con la Manufactura Real de los Gobelinos: no disponían de pintores, tintoreros, ni de una estructura comercial, por lo que sus tapices se vendían en posadas, a una clientela privada de clase baja, principalmente aristócratas de provincias. En los siglos XVI y XVII, los talleres de Aubusson se especializaron en tapices vegetales (con decoración eminentemente floral), pero la situación cambió radicalmente cuando, a mediados del siglo XVII, este centro fue reorganizado por Jean-Baptiste Colbert, ministro de Luis XIV, con el objetivo de convertir estos talleres en manufacturas reales. Sometió entonces los talleres de Aubusson y Felletin a una reglamentación gremial y, a cambio, prometió proporcionarles un pintor y un tintorero. Esta promesa, sin embargo, no se haría efectiva hasta el siglo XVIII, momento decisivo para los talleres de La Marche, que verían aumentar considerablemente la calidad de sus tapices al poder contar con un pintor dedicado a la confección de cartones y un tintorero que produciría tintes de mayor calidad que los utilizados hasta entonces.