Null GONZALO PÉREZ ESPOLITA (Avilés,1901-Oviedo,1966).

"Pescadores".

Óleo sobr…
Descripción

GONZALO PÉREZ ESPOLITA (Avilés,1901-Oviedo,1966). "Pescadores". Óleo sobre tabla. Firmado en la esquina inferior derecha. Medidas: 35 x 52 cm; 49 x 66 cm (marco). Gonzalo Pérez Espolita formó parte de las primeras generaciones del arte asturiano del siglo XX. Recibió sus primeras clases técnicas en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés. En 1922, con la llegada a la ciudad del crítico José Francés, se inician una serie de exposiciones que tendrían gran repercusión en los círculos artísticos asturianos. Ese mismo año de 1922, gracias a su participación en la primera de estas exposiciones, organizada por la Sociedad de Amigos del Arte, el Ayuntamiento de Avilés le concede una exigua beca para estudiar en la Escuela Especial de Pintura (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) de Madrid. Participó en todas las exposiciones promovidas por José Francés, incluida la Exposición de Artistas Asturianos que tuvo lugar en la Biblioteca Nacional, organizada por el periódico Heraldo de Madrid, en 1926. Presentó su obra en la Exposición Internacional de Pintura, celebrada bajo el paraguas de la Exposición Universal de Barcelona, en 1929. Su primera exposición individual no se celebró hasta 1944, en el Casino de Avilés. La última parte de su vida la dedicó a la enseñanza en su estudio. Dos de sus encargos más destacados son: El descubrimiento, un gran lienzo para el Centro Asturiano de La Habana, y, hacia 1940, los frescos para la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Villalegre, Avilés.

GONZALO PÉREZ ESPOLITA (Avilés,1901-Oviedo,1966). "Pescadores". Óleo sobre tabla. Firmado en la esquina inferior derecha. Medidas: 35 x 52 cm; 49 x 66 cm (marco). Gonzalo Pérez Espolita formó parte de las primeras generaciones del arte asturiano del siglo XX. Recibió sus primeras clases técnicas en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés. En 1922, con la llegada a la ciudad del crítico José Francés, se inician una serie de exposiciones que tendrían gran repercusión en los círculos artísticos asturianos. Ese mismo año de 1922, gracias a su participación en la primera de estas exposiciones, organizada por la Sociedad de Amigos del Arte, el Ayuntamiento de Avilés le concede una exigua beca para estudiar en la Escuela Especial de Pintura (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) de Madrid. Participó en todas las exposiciones promovidas por José Francés, incluida la Exposición de Artistas Asturianos que tuvo lugar en la Biblioteca Nacional, organizada por el periódico Heraldo de Madrid, en 1926. Presentó su obra en la Exposición Internacional de Pintura, celebrada bajo el paraguas de la Exposición Universal de Barcelona, en 1929. Su primera exposición individual no se celebró hasta 1944, en el Casino de Avilés. La última parte de su vida la dedicó a la enseñanza en su estudio. Dos de sus encargos más destacados son: El descubrimiento, un gran lienzo para el Centro Asturiano de La Habana, y, hacia 1940, los frescos para la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Villalegre, Avilés.

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